Dice la leyenda que hace mucho tiempo, en Montblanc, un dragón tenía atemorizados a los habitantes de la ciudad. Para mantener calmado al dragón, decidieron hacer una ofrenda diaria que consisitía en hacer un sorteo entre todos los habitantes. El elegido o la elegida, se entregaba como ofrenda en concepto de comida. Un día, el sorteo decidió que fuera la princesa. Cuando esta se dirigía a la posada del dragón, un caballero llamado Sant Jordi apareció con su caballo blanco para rescatarla. Mató al dragón con su espada y de la sangre, brotó un rosal con las rosas muy rojas. Sant Jordi recogió una de estas rosas y se la ofreció a la princesa.
En El Paratge también vamos forjando nuestra propia leyenda, gracias a todas las parejas que deciden celebrar su boda con nosotros. Os deseamos una feliz diada de Sant Jordi.